1.- Definiendo el proceso de transito.
2.- Como nos colocamos ante el proceso de transito.
3.- El traspaso.
1.- Definiendo el proceso de transito.
La palabra "transito" define todo nuestro recorrido por la vida, desde su inicio hasta su final. Pasando por diferentes estados o etapas siendo su final, la muerte, un transito más, en una continuación de la evolución.
En otras culturas, como la budista o la induista, la muerte es considerada como parte de la vida e incluida en ella de forma natural. Se vive con la conciencia de que todo cuanto uno posee, incluido el cuerpo físico, es temporal y por ello debemos cuidarlo, amarlo, respetarlo, puesto que nos es útil para aprender de él.
En cambio en nuestra cultura europea o occidental, la muerte como transito, no esta incluida en la vida como parte de ella. Hasta hace poco tiempo era un tema tabú. No se hablaba de ella. Afortunadamente ahora hay muchas personas anónimas y normalmente dentro del ámbito sanitario y social preparadas para abordar este tema, que se implican con su crecimiento personal, hecho que les permite hablar con claridad, abiertamente del tema, acompañando a las personas y familiares, dando comprensión y ayuda en esta etapa de la vida.
A veces sucede también, que alguien con una profesión muy diferente puede despertar con la vocación de prestar servicio dentro de este ámbito. Se siente más como un interés, una necesidad y una intuición. Este tipo de personas fruto de su trabajo interior y de una larga trayectoria espiritual, han desarrollado un sexto sentido, algo sutil y sencillo, no es ningún fenómeno paranormal, sino simplemente utilizan su sentir interior, del Espíritu, junto con la personalidad, para situar a la persona que está en transito en sus necesidades y poder atenderla.
Es bueno seguir con su intuición, pues podrá profundizar en si misma y hallará poco y lentamente a otras personas que le ayudarán a seguir la guía de luz y aprender. También es interesante saber escoger a los compañeros de camino pues los habrá fieles a la luz y otros no. Por eso es importante dejarse guiar por el corazón para así estar convencidos de que es la Luz quién les guía.
2.- Como nos colocamos ante el transito.
Muchos años atrás, se dejo la responsabilidad de todo lo referente al acompañamiento de la muerte a la iglesia. De esta forma dejo de ser responsabilidad personal individual. Entonces hacía falta la figura del sacerdote como guía espiritual. Hoy en día ya no lo es tanto. Ahora la humanidad ha avanzado un poco más en su evolución y podemos afrontar por nosotros mismos lo que supone morir, aunque elijamos también la ayuda de la religión, estamos capacitados para pensar y razonar por nosotros mismos.
La muerte es un tema mal considerado que nadie quiere abordar sino es por necesidad obligatoria, sin embargo, es el momento de poder hablar con tranquilidad del tema. Son muchas las personas que necesitan entender. Ahora hay mucha información por todas partes y es fácil acceder a ella. Por lo que se requiere de una selección. No todo es válido, de ahí el saber buscar con claridad lo que es válido y lo que no lo es.
3.- El traspaso.
Traspaso significa el final del transito por el ciclo de la vida. El Espíritu deja su suporte material, el cuerpo físico y pasa-traspasa a otra dimensión de conciencia, más elevada, más ligera, con más Luz, por lo que nuestros ojos humanos no la pueden ver, pero que existe tan real como vemos nuestra realidad aquí.
Por lo tanto no se ve como la muerte-desaparición de todo, sino como la continuación de la vida pero no como es en la tierra; una parte se regenera para más adelante, poder retornar a la tierra con otro cuerpo pero con el mismo Espíritu.
Cuando los seres humanos necesitamos nacer pasamos por un momento clave que es el parto y cuando morimos es otro momento clave, donde se traspasa del cuerpo físico al Espiritual las experiencias vividas, tanto del cuerpo emocional como del cuerpo mental.
Para nacer necesitamos de una madre que nos facilite la vida en la tierra con un cuerpo físico y es mucho más rápido. En cambio en el morir somos nosotros mismos quienes debemos hacerlo y siempre es mucho más largo el tiempo que se necesita. Es nuestro Espíritu, utilizando toda su Luz, quién facilita y acompaña a la personalidad en todo momento.
2.- Como nos colocamos ante el proceso de transito.
3.- El traspaso.
1.- Definiendo el proceso de transito.
La palabra "transito" define todo nuestro recorrido por la vida, desde su inicio hasta su final. Pasando por diferentes estados o etapas siendo su final, la muerte, un transito más, en una continuación de la evolución.
En otras culturas, como la budista o la induista, la muerte es considerada como parte de la vida e incluida en ella de forma natural. Se vive con la conciencia de que todo cuanto uno posee, incluido el cuerpo físico, es temporal y por ello debemos cuidarlo, amarlo, respetarlo, puesto que nos es útil para aprender de él.
En cambio en nuestra cultura europea o occidental, la muerte como transito, no esta incluida en la vida como parte de ella. Hasta hace poco tiempo era un tema tabú. No se hablaba de ella. Afortunadamente ahora hay muchas personas anónimas y normalmente dentro del ámbito sanitario y social preparadas para abordar este tema, que se implican con su crecimiento personal, hecho que les permite hablar con claridad, abiertamente del tema, acompañando a las personas y familiares, dando comprensión y ayuda en esta etapa de la vida.
A veces sucede también, que alguien con una profesión muy diferente puede despertar con la vocación de prestar servicio dentro de este ámbito. Se siente más como un interés, una necesidad y una intuición. Este tipo de personas fruto de su trabajo interior y de una larga trayectoria espiritual, han desarrollado un sexto sentido, algo sutil y sencillo, no es ningún fenómeno paranormal, sino simplemente utilizan su sentir interior, del Espíritu, junto con la personalidad, para situar a la persona que está en transito en sus necesidades y poder atenderla.
Es bueno seguir con su intuición, pues podrá profundizar en si misma y hallará poco y lentamente a otras personas que le ayudarán a seguir la guía de luz y aprender. También es interesante saber escoger a los compañeros de camino pues los habrá fieles a la luz y otros no. Por eso es importante dejarse guiar por el corazón para así estar convencidos de que es la Luz quién les guía.
2.- Como nos colocamos ante el transito.
Muchos años atrás, se dejo la responsabilidad de todo lo referente al acompañamiento de la muerte a la iglesia. De esta forma dejo de ser responsabilidad personal individual. Entonces hacía falta la figura del sacerdote como guía espiritual. Hoy en día ya no lo es tanto. Ahora la humanidad ha avanzado un poco más en su evolución y podemos afrontar por nosotros mismos lo que supone morir, aunque elijamos también la ayuda de la religión, estamos capacitados para pensar y razonar por nosotros mismos.
La muerte es un tema mal considerado que nadie quiere abordar sino es por necesidad obligatoria, sin embargo, es el momento de poder hablar con tranquilidad del tema. Son muchas las personas que necesitan entender. Ahora hay mucha información por todas partes y es fácil acceder a ella. Por lo que se requiere de una selección. No todo es válido, de ahí el saber buscar con claridad lo que es válido y lo que no lo es.
3.- El traspaso.
Traspaso significa el final del transito por el ciclo de la vida. El Espíritu deja su suporte material, el cuerpo físico y pasa-traspasa a otra dimensión de conciencia, más elevada, más ligera, con más Luz, por lo que nuestros ojos humanos no la pueden ver, pero que existe tan real como vemos nuestra realidad aquí.
Por lo tanto no se ve como la muerte-desaparición de todo, sino como la continuación de la vida pero no como es en la tierra; una parte se regenera para más adelante, poder retornar a la tierra con otro cuerpo pero con el mismo Espíritu.
Cuando los seres humanos necesitamos nacer pasamos por un momento clave que es el parto y cuando morimos es otro momento clave, donde se traspasa del cuerpo físico al Espiritual las experiencias vividas, tanto del cuerpo emocional como del cuerpo mental.
Para nacer necesitamos de una madre que nos facilite la vida en la tierra con un cuerpo físico y es mucho más rápido. En cambio en el morir somos nosotros mismos quienes debemos hacerlo y siempre es mucho más largo el tiempo que se necesita. Es nuestro Espíritu, utilizando toda su Luz, quién facilita y acompaña a la personalidad en todo momento.
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