sábado, 2 de noviembre de 2013

PERCEPCION

 
 
Hasta hace poco tiempo, no nos sentíamos incómodos cuando nos hallábamos  entre otras personas o lugares.  Y es que en frecuencia energética estábamos todos más o menos al mismo nivel.  En cambio ahora sí sentimos cierta incomodad.  Y es que ahora vivimos rodeados y en medio de diferentes graduaciones de frecuencias que marca la calidad interna de las personas.
 
La percepción es una sensibilidad enriquecida. No es un nuevo sentido porque ha formado parte del ser humano desde siempre, aunque no se haya desarrollado en todo su potencial. En cambio ahora sí lo hace. Si no se entiende adecuadamente y ese entendimiento no va a la par con nuestro crecimiento interior, puede dificultar el que nos movamos con fluidez entre diferentes frecuencias y con ello dificultar el hacer elecciones correctas.
 
 
Con la percepción aprendemos a elegir con quién o con qué podemos conectarnos.
 
Es una prueba real y palpable de la trascendencia de la 3D aún viviendo y teniendo los pies firmemente anclados en la realidad.
 
En la 3D, o en tiempos pasados, nos conectábamos con los demás  basándonos en el compromiso, la obligación, por ley, por sacrificio, por roles, por educación, por razonamiento. En la actualidad, con la percepción, aprenderemos a conectarnos en base a cómo resonamos, desde nuestro sentir corporal, de corazón, como un efecto eco o diapasón.
 
 
El resonar, es un efecto directo del sentido de la percepción, que no es más que nuestra sensibilidad enriquecida. Un sutil vehículo para navegar por espacios más elevados, más puros y hacer de nuestra vida una vida mejor. Evidentemente para un buen navegar hay que tener un compromiso de crecimiento interior.
 
 
Notas para reflexión:
 
Observar e identificar qué limitaciones de carácter o personalidad, (miedos... a qué... falta de valor personal, rencillas, etc. etc.) pueden afectar e interferir en la correcta utilización de la percepción y en qué forma lo hacen.
 


domingo, 13 de octubre de 2013

REFLEXIONES SOBRE LAS PALABRAS


A medida que vamos avanzando en este periodo de transición actual, vamos desprogramando todos los conceptos, actitudes, hábitos, incluso lenguaje, con los que estamos familiarizados y nos hemos servido durante muchas vidas, especialmente la actual que es la que más fresca está en nuestra memoria. Todo ello ha servido al estado de conciencia que dejamos atrás.
 
Paralelamente debemos incorporar nuevos conceptos, nuevas palabras, que influyan en nuestras actitudes, hábitos, para con ellos manejarnos de forma útil y con confianza en nuestra nueva vida, nuestra nueva conciencia. Es una desprogramación y una re-educación. Eso es normal en cualquier tirón evolutivo. Palabras como resonar, energía, amor incondicional, calibración, sanación, interiorizar, integrar y podríamos seguir y seguir. Todas tienen que tener un valor real y accesible, práctico, para nuestra realización. No es una moda. Es una forma de vida integrada.
 
Tampoco es buscar en el diccionario lo que significa cada palabra. Podemos encontrarnos con la sorpresa de que las definiciones nos queden cortas. Son palabras destinadas a ubicar la mente y a poder expresar estados internos muy personales, que aún siendo comunes, son únicos para cada persona y con los que vamos a poder comunicarnos con los demás al mismo nivel de vibración. Por lo que recibimos empáticamente, la seguridad de que sí nos entienden, porque en ellos también está integrado, aunque cada uno lo exprese según sus necesidades interiores. Digamos que nos sentimos resonar con alguien.
 
Sin embargo la persona que utilice el nuevo lenguaje porque es lo que se lleva y no lo tenga integrado en si misma, sabremos, empáticamente, que no es real y evidentemente no nos entienden, más bien podemos sentirnos invadidos o agredidos en nuestra intimidad. No resonamos.
 
Nuestra percepción aumente rápidamente. Como aumenta rápidamente nuestra luz. Es hora de ir incorporando nuevas herramientas para nuestra expresión. Ello hará que la mente, al entender, se focalice más, se mantenga más serena y nuestro corazón vibre más en amor y en paz.

lunes, 30 de septiembre de 2013

¿MIEDOS?






Los miedos son las últimas cosas a las que nos enfrentamos en nuestro camino de reconocimiento y crecimiento personal. Primero se pasa por la autoestima, el rencor, las dudas, etc. y al final aparece el monstruo de los ojos verdes, el miedo.
 
¿Porqué?
 
Porque en todo el ciclo de tiempo de energía vieja o dualidad que estamos dejando atrás, el miedo está en la base de toda manipulación, abuso, robo, muerte, cambio. El miedo o a través del miedo nos han creado dolor, soledad, rechazo. Por eso el miedo da tanto miedo. Así tal cual, el miedo da miedo. Pero al mismo tiempo nosotros lo hemos utilizado para protegernos de nosotros mismos, para no avanzar, para no tomar compromiso ni con nosotros ni con la vida  y para no mover nada. Que todo permaneciera igual. Todo controlado. Eso da una aparente y ficticia seguridad.
 
El miedo bloquea la mente, nos saca de nuestro centro y nos aboca al exterior. Al afuera. Buscamos desesperadamente remedios, soluciones, técnicas que nos prometan la solución  y eliminación del miedo. Los buscamos en el afuera, no en el interior. Pero todo lo que nos aporta el afuera es un apoyo para nuestra determinación y voluntad. Sin nuestra aportación los remedios del afuera no solucionan nada. Es importante la confianza en nuestro potencial interior, en nuestra capacidad.
 
El miedo  y el orgullo van de la mano. Uno es activo el otro es pasivo. Cada persona elige a su medida. Afectan a todo nuestro sistema energético, emocional y mental. Por eso es tan bonito ver que cuando uno crece y supera el miedo también supera el orgullo (resultado del miedo a ser rechazado), entonces es como retirar una espesa capa de hojas secas, debajo aparece tierno y hermoso el amor hacia uno mismo y hacia todo lo creado.
 
Transcender el miedo es una etapa más en el camino de la evolución. Es como un combate entre el bien y el mal, entre el caballero y el dragón, todo queda reflejado en la mitología.¿Acaso el caballero no le tiene miedo al dragón? ¡claro que sí!, pero no por eso deja de hacer lo que tiene que hacer y le vence.
 
Es evidente que lo llevamos programado en nuestro ADN, transmitido como herencia genética, pero no olvidemos que la herencia es una inclinación no una obligación, si nosotros no queremos  y no cedemos.
 
¿Cómo podemos enfrentar el miedo?
 
A mi modo de ver.
1.- Con consciencia. Sin huidas hacia el afuera. Estando con nosotros mismos mientras lo vivimos. Sin obligarnos a pensar, a averiguar que nos pasó de niños. Simplemente siendo, con fe en nosotros, con confianza.
 
En el fondo el miedo es inconsciencia. Porque sentimos el miedo pero pocas veces sabemos a qué. Imaginamos. Al ser conscientes de su vivencia lo liberamos del inconsciente.
 
2.- Con homeopatía.
Con flores de Bach.
Con reiki, vaciando la glándula del miedo.
Con EMF Balancing Technique.
Con ejercicio, hay que sudar mucho.
Con cantar a pleno pulmón.
Con cráneo-sacral.
Con prácticas espirituales.
 
De mi corazón al vuestro.
 


jueves, 26 de septiembre de 2013

Cambiar a otra persona...

 
 
No es posible cambiar a otra persona. No es posible cambiar el carácter y las actitudes de otra persona, si ella no quiere. No es posible hacer que otra persona vea las cosas como nosotros las vemos. Sólo es posible cambiarnos a nosotros mismos.
 
Todos, en algún momento de la vida o en la actualidad, nos relacionamos con personas muy diferentes a como somos nosotros. Con maneras de ser opuestas a las nuestras. Que nos ponen muy nerviosos con su presencia. Que nos desestabilizan.
 
Nuestra primera reacción es intentar hablar con ellos, hacerles ver que hay otro punto de vista, otra manera de funcionar. Sin embargo su respuesta suele ser defensiva sino agresiva hacia nosotros. Ellos se comportan como si fueran poseedores de la verdad absoluta.
 
En el fondo es cierto, pero es su verdad, no la nuestra. Hay sólo una verdad pero diferentes maneras de verla. Es distinto contemplar un árbol con los ojos de un conejo, mirando hacia arriba; que verlo con los ojos de un ser humano, de pié y enfrente; que verlo a ojos de pájaro, desde arriba.  ¿Cuál es la visión real? todas y ninguna. Es según lo miremos.
 
¿Por qué alguien se empeña en tener siempre la razón?, porque necesita de la valoración externa para sentirse bien. Así misma esa persona no se valora. Porque tiene dudas, temores e inseguridades, se compara con los demás y la validación de los demás la hace sentirse segura, bien consigo mismo. La hace sentirse importante. Su comportamiento es negativo, hacia sí misma y hacia los demás. Es alguien que busca su camino y no lo encuentra, no sabe y no se deja enseñar.
 
Pero cuando una persona no necesita esa validación externa porque ella misma se la da, a esa persona no la desestabiliza nadie. No se pone nerviosa. No sufre. Sigue su camino. Hace lo que tiene que hacer y punto. Es positiva para si misma y para los demás.  Esta persona se ha dejado guiar para encontrar su camino, por consiguiente ha comprendido que hay un camino para todos.
 
¿Qué hacer entonces? Apartarnos de las personas negativas y seguir nuestro camino en paz, sabiendo que todos, en su momento hallarán su propia verdad.

jueves, 19 de septiembre de 2013

BUSCANDO EL EQUILIBRIO

 
El conocimiento, por mucho que se acumule intelectualmente, si no pasa por el corazón y la vida práctica diaria, no sirve para la evolución. Sirve para crearnos una ilusión de lo que somos o queremos ser, pero sin pasar de ahí. Se vive futorizando, soñando, pero no de realidades. La persona se agarra a él creyéndose importante y evolucionada, cuando en realidad lo que hace es refugiarse en el conocimiento universal o espiritual, para evitar encarar los aspectos limitantes o frustrantes de su propia vida personal, relacional o de trabajo.
 
Es importante que se encaren esos aspectos, se solucionen, se sanen, se limpien y luego se suelten, se liberen. La persona aprende a estar presente en su vida, a vivir de objetivos claros y en tiempo presente a tener ideales realizables y es cuando el conocimiento que se recibe puede ser útil para la realización personal, tanto interior como exterior, con naturalidad  y sencillez, siempre dentro de las posibilidades de cada uno. Entonces es cuando la paz, la calma, se hacen presentes. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

AVANZANDO

 
 
Parece que nuestros científicos y nuestros maestros espirituales se ponen de acuerdo en afirmar que se prevé  un cambio de polos magnéticos del Sol. Este cambio tendrá un efecto de onda expansiva en todo el sistema solar. Los acontecimientos humanos más importantes ocurren dentro o alrededor de espacios de tiempo de máxima actividad solar. Así también la actividad humana creativa llega al máximo. En eso estamos desde hace algún tiempo  y en eso nos aceleramos.
 
Esta situación conlleva que nuestras glándulas cerebrales y de conciencia reciben más directamente la radiación electromagnética del Sol lo que a su vez influye en forma acelerada en nuestro propio proceso personal evolutivo, que no tiene que ser difícil, sino que en cada persona la actualiza según su propio y personal estado interior. En lo colectivo y social, es muy posible que se actualice o manifieste en forma de malos momentos. Es un proceso de equilibrarnos con la justicia, el espíritu, el universo, en todos los campos y no hay vuelta atrás.
 
La reversión de los polos facilitara nuestro cambio hacia una dirección correcta. Pero al mismo tiempo acentuará nuestras respuestas físicas y emocionales con una serie de síntomas, como son:
 
. Enojo, tristeza, irritabilidad.
. Cansancio o demasiada energía.
. Mareos, dolores de cabeza, en especial el occipital.
. Molestias de oídos, nasales, digestivas, transtornos de sueño, pesadez corporal.
. Cambios en la alimentación y ritmo de vida.
. Recuerdos pasados, de penas, de asuntos viejos.
. Cerrar asuntos pasados.
. Comprensiones instantáneas, llanto inexplicable.
. Sentirnos en extremos, lo que nos cae bien es extraordinariamente maravilloso y lo que nos cae mal extraordinariamente irritable.
. Desorientación o confusión a medida que nuestra conciencia va dejando de vivir dentro del tiempo lineal.
 
No olvidemos que estamos mutando o transformándonos emocionalmente, mentalmente y físicamente.
 
Los que tenemos una buena percepción y sensibilidad sabremos por nuestras respuestas física y emocionales, cuando está llegando a la tierra una onda expansiva, sea antes, durante o después de que llegue.
 
Por todo ello es vital que mantengamos nuestro cuerpo energético y electromagnético pulcro y en línea, por ello sugiero lo siguiente:
 
1.-  Sesiones de reiki y  EMF balancing technique. Eso  también nos ayuda  a permanecer conectados con nuestros más auténticos valores.
2.-   Estar abiertos al cambio y al avance en el camino, lo que significa eliminar viejos esquemas mentales, cambiar actitudes. 
3.-  Mantener un buen nivel de trabajo interno, lo que significa no ser esclavo de nadie, responsabilizarnos de nuestra vida, dejar de compararnos con los demás, vivir sin miedo, dejar la crítica, la queja, el juicio, utilizar bien la palabra.
4.-  Tener una buena alimentación, ejercicio no competitivo, estiramientos, meditación y establecer una rutina diaria, no rígida sino flexible, para ayudar a regularnos, a centrarnos, a hacernos más conscientes.
5.- Contacto con la naturaleza en general y en especial con el agua, baños, spa, contemplación, etc.
 
 
 


domingo, 7 de julio de 2013

Sueño con ser....


¿Qué son nuestros sueños? ¿Una fantasía para no aburrirnos?
¡Mucha imaginación tiene la niña, esto no es bueno!  decía la abuela y la niña aprendió a no compartir sus sueños. A no hacerles caso. Pero el sueño se queda. Nunca se va. Siempre tan presente, año tras año, esperando, ¿el qué? a que la niña o el niño, ya hombre o mujer, crean en él y le den paso a su realidad.
 
Hay sueños que si son fruto de carencias o bien de la incapacidad para realizarlos y hallar de esta manera satisfacción y valor a la vida. Esos sueños cambian constantemente o se olvidan. Como se olvida el sueño infantil de ser superman o pirata.
 
Sin embargo hay sueños que están siempre presentes, estando despiertos o dormidos, nunca cambian y muchos menos desaparecen sino al contrario llegan a hacerse más presentes, más conscientes. Se sienten a flor de piel. Emanan de nosotros constantemente, como una fuente. Un anhelo del alma.
 
Yo digo que vienen de nuestra esencia, muy dentro de nosotros. Forman parte de nuestra experiencia de vida. Son nuestro camino. Y el alma se esfuerza en la llamada para que sean reconocidos, aceptados y actuados, de aquí que emanen del interior. La mente no puede borrarlos ni controlarlos.
 
Me pregunto cuantas veces nuestra psiquiatría habrá catalogado esta vivencia como alguna patología y evidentemente querer curarla, más bien neutralizarla, porque no se entiende ni se ve su origen y lo que significa. Me pregunto también cuantas veces la imposibilidad de dar cabida a este anhelo o sueño del alma en la personalidad habrá llevado a nuestros místicos a estados de éxtasis o visionarios. Que delgado puede ser el velo que separa la llamada ¿locura? de la ¿cordura?
 
Por eso atemoriza. No se sabe muy bien que hacer con ello. Tal vez signifique un cambio importante en la vida, que percibimos demasiado grande o demasiado amenazante para nuestra vida programada o comodidad, para los esquemas mentales. Siempre hay justificaciones adecuadas para dejarlo todo para otro día. Pero el sueño persiste.
 
Grandes sueños, grandes ideales. Pequeños sueños, pequeños ideales. Todos empiezan con un pequeño paso que conduce a otro mayor. Cada pequeño paso en el camino es ya un sueño realizado porqué da sentido a la vida, por consiguiente a un ideal mayor. Uno se sabe útil a si mismo y a los demás. Entonces se acaba por sentir, "tengo un lugar en el mundo". Yo Soy Yo.
 

lunes, 17 de junio de 2013

Enfrentamientos


Creo que en estos momentos todos tenemos una gran necesidad de paz y tranquilidad. De vivir en un entorno seguro y estable. Un entorno que nos permita adentrarnos en nuestro interior para avanzar en el camino.
 
Sin embargo, fuera del hogar, en el trabajo, en la calle, con los amigos, con las personas y situaciones que conforman nuestro ambiente, evidentemente no es así. Nos enfrentan, nos provocan, nos agotan energéticamente. Y a veces también en nuestra propia casa, con nuestra familia.
 
¿Qué sucede?
 
Que nosotros hemos cambiado. Tiempo atrás nosotros también vivíamos con los mismos esquemas mentales, formas de hacer, de sentir, de reaccionar, de comer, de vestirnos, de ser, de todas esas personas que nos enfrentan ahora. Es un reto enorme vivir así.
 
¿Qué podemos hacer?
 
En primer lugar entender que nosotros ya no necesitamos ser como los demás para vivir. Que nuestras necesidades han cambiado. Que salimos de esas posiciones porque no fuimos felices, ni sanos en su momento. Por lo tanto es energía vieja. Dar atención a esta forma de vivir en volver atrás y caer de nuevo en ella. Es volver al pasado. Cabe preguntarse si queremos volver ahí.
 
En segundo lugar, entender que aceptando el enfrentamiento, aceptando la lucha, peleándonos con querer demostrar, convencer, cambiar, lo único que conseguimos es volver atrás, entrar otra vez en las normas del pasado y sucumbir a él. Nos desequilibrados y nos volvemos vulnerables.
 
¿Cuál ha de ser nuestra respuesta?
 
Desde la serenidad y la paz que da saber lo que uno quiere en su vida o al menos, lo que no quiere que esté en su vida.
 
Desde la seguridad que da el estar fuera de manipulación por el miedo a la soledad, por falta de amor y valor personal y ajeno.
 
Desde la confianza y afirmación en nosotros mismos y en el universo.
 
Desde la alegría de saber reconocer el verdadero amor, no condicionado por lo que damos, sino recibido por lo que somos.
 
Nuestra respuesta va con nuestra palabra amable, clara y directa. Nuestra opinión, afirmación o negación, pero acompañada del porqué es así y nada más,  no entrar en polémica, ni lucha, ni enfrentamiento, porque es allí donde la fuerza del pasado actúa y nos atrae de nuevo hacia atrás.
 
Enfrentándonos, luchando, con un funcionario, con un empleado de banca, con un comerciante, no vamos a arreglar la sociedad. Gandhi supo hacerlo.
 
La sociedad la vamos a cambiar:
 
Primero; estudiando y preparándonos si es que no lo estamos ya, par acceder a puestos de poder desde donde realmente podamos acceder a mandar, a cambiar las normas que ahora hay escritas y que no nos sirven.
 
Segundo; trabajar por nuestra cuenta, con nuestras propias leyes y dar ejemplo de vida con ello. Con el tiempo ir uniéndonos a más personas como nosotros.
 
Tercero; desde nuestro ejemplo sencillo de vida, desde el hogar.
 
En resumen, educación e inteligencia; sanación y conocimiento. La nueva energía, la nueva era, no acepta la lucha, la pelea. Es la unión del amor con la inteligencia.
 
De mi corazón al vuestro.



jueves, 13 de junio de 2013

La vida me está enseñando que nada es inútil. Que nada se pierde. Que no hay ninguna experiencia vivida que sea una pérdida de tiempo. A nosotros nos lo puede parecer mientras nuestros miedos, culpas y egos nos acompañan, como una niebla que invade nuestra conciencia impidiéndonos ver con claridad la conexión que todo tiene entre sí y la finalidad o propósito que hay en cada experiencia vivida. La conexión que nosotros tenemos con el Todo y el Todo con nosotros. Un camino de ida y vuelta.
 
A veces vemos pequeños retazos de esta realidad, pero no en su totalidad. Sin embargo, a medida que va desapareciendo la niebla de la conciencia, más y más se hace evidente el entramado energético, evolutivo que nos une. Entonces se comprende que cada vivencia está en su lugar, tanto en el tiempo como en el espacio. Que cada persona conocida, cada circunstancia, tiene su razón de ser en nuestra vida. Y que lo positivo y lo negativo solo existe en relación a la densidad de la niebla que difumina la conciencia.
 
Cuando se levanta el sol y la niebla se va, aparece la visión completa de nuestra vida delante, con todas sus conexiones. Entonces comprendemos. Se hace la luz. Automáticamente dejamos los juicios, las quejas, las críticas, las culpas, las especulaciones y las expectativas. Lo dejamos sin esfuerzo, ya no es un ejercicio para evolucionar. Simplemente entendemos que no tienen lugar, porque cada cosa, cada persona y nosotros mismos estamos en nuestro lugar.

domingo, 28 de abril de 2013

A VECES SUCEDE...



A veces sucede que andando nuestro camino aprendemos lo que por nosotros mismos no sabemos aprender. El nos enseña. Es el mejor maestro. No porque no queramos aprender, sino porque aun sabiendo que hay cosas que aprender, no encontramos la manera de hacerlo bien. Y así lo vamos dejando de un día para otro, hasta que el camino nos lo pone delante y entonces sucede que nos asombramos de ver, nos asombramos de oír y nos asombramos de SER.
 
A veces sucede que andando nuestro camino dejamos atrás amores, amigos, familia, trabajos, puertas que se cierran, que ya no nos sirven, puertas que nos molestaban, nos confundían, nos distraían o puertas en las que nosotros molestábamos a los demás. ¿Para qué conservarlas sino apoyan nuestro mayor bien? Mejor cerrarlas, dejarlas ir. Otras puertas se abrirán.
 
A veces sucede que andando nuestro camino sentimos que ya no hay necesidad de tanto esfuerzo, que no hay necesidad de sufrir por unos y por otros y entonces todo se hace más fluido, más fácil, más ligero. Y respiramos aliviados.
 
A veces sucede que andando nuestro camino descubrimos que todo es más sencillo y natural, que nosotros lo hemos complicado porque no sabíamos o estábamos confundidos. Entonces sabemos qué queremos y qué no queremos. Ya no hay un "no lo sé", hay un YO SOY.
 
Y al final, en un punto del camino, vemos que nuestros sueños ya no son tan sueños, ya no estan lejanos, sino que los hacemos realidad porqué así lo hemos elegido, porque nos lo merecemos. Entonces pasamos de andar el camino a gozar del mismo. A cada paso que damos descubrimos que el camino existe porque existimos nosotros y que somos nosotros quienes hacemos posible que él exista.
 
Honrando mi camino, honro el de los demás.

domingo, 31 de marzo de 2013

Cuidarnos en amor

 
 
Generalmente cuando estamos dentro de un crecimiento personal, sucede a veces, que nos hallamos tremendamente cansados, agotados, de mente y cuerpo y entonces nos preguntamos porqué nos pasa eso.
 
El primer pensamiento es intelectual, ¿qué estoy haciendo mal?, ¿qué tengo que aprender? Y sin darnos cuenta nos sentimos culpables o nos exigimos más de lo que en ése momento especial podemos dar. Nos castigamos. Con lo cual agudizamos nuestro estado y lo retenemos en lugar de soltar y dejar ir.
 
El segundo pensamiento es que los demás, las circunstancias, los problemas, son los causantes de nuestro cansancio. Pero no nosotros. O sea o nos sentimos víctimas o hacemos culpables a los demás.
 

Pienso que nos asustamos cuando el cuerpo y la mente no responden a nuestras exigencias y espectativas. Porque no entender que es parte de un proceso de crecimiento que en un momento dado hay, antes o después de un proceso de concienciación, una liberación de energías contenidas que nos producen ese estado, unas energías que impedían que tuviéramos una comprensión más amplia, un mejor conocimiento de nosotros mismos, que creciéramos un poquito más, que nos retenían en nuestro avance.
 
También pueden influir otros factores. Pero hoy quiero destacar esta reacción, la de castigarnos, la de reprocharnos, en lugar de dejar fluir y cuidarnos amorosamente, esperando que la tormeta se disipe y luego luzca el sol en nuestro entendimiento, en nuestro corazón. Y mientras dejamos que nuestro Ser Infinito, que sabe mucho más que nuestra mente consciente, haga su labor.
 

sábado, 2 de febrero de 2013

AMOR Y GRATITUD


Amor y gratitud, es el nombre dado a esta foto, captada en el agua por Masuro Emoto.
Y así empiezo.
Nuestra evolución es un ascender a otras dimensiones, ascender a una mayor apertura de conciencia que va acompañada de una comprensión mayor y una inteligencia, que cada uno utiliza como buenamente puede y sabe, lo que nos hace diferentes, a la vez que nos enriquece y nos une.
No solamente existimos aquí en ésta dimensión, sino que hay muchas partes nuestras también en otras dimensiones superiores. Incluso viviendo en nuestra dimensión. De manera que existimos en diferentes planos de conciencia. Igualmente una relación puede existir en otro plano y más cierto aún si es una relación de pareja.
 
Cada uno escoge la dimensión o plano de conciencia, frecuencia o vibración en la que quiere experimentar la vida o realizar su experiencia. Escoge pues el equipaje adecuado al viaje que quiere hacer. Por lo tanto sólo nosotros podemos escoger cambiar a otra frecuencia, vibración y conciencia superior. Eso supone que en la Tierra coexisten muchos planos de conciencia.
 
Elevarse supone evidentemente un trabajo interior tanto a nivel espiritual como de personalidad, que tiene que acoplarse a la nueva frecuencia que hemos elegido. ¿Cómo sabemos que hemos subido de frecuencia?, cuando significa un cambio en nuestra forma de vivir y relacionarnos, así como nuevas necesidades, nuevos proyectos, nuevas exigencias, nuevos retos. En general somos diferentes y aunque nosotros estemos orgullosos de ello, pues es el fruto de nuestro trabajo interior y de nuestra voluntad, los que nos ven desde fuera, no siempre lo aprecian así. Ellos nos ven, nos sienten diferentes, hemos cambiado y les puede gustar o no.
 
Siempre es una elección personal, aunque esto cueste de aceptar. O voy hacia adealnte o me quedo en la comodidad de lo que tengo y es conocido. Es cuestión de elección. Si avanzamos evidentemente somos conscientes; si nos quedamos ¿hasta que punto somos inconscientes?.
Mientras avanzamos, nuestras relaciones se mantienen, sin embargo en nuestro ascenso las relaciones cambian. Esas relaciones a menudo nos enfrentan y en ocasiones nos frenas, algunas nos acompañan.
La primera reacción es intentar cambiar al otro. Hacer todo lo posible para que vea las cosas desde nuestro punto de vista. Le explicamos las ventajas que eso comporta. Lo que sentimos. Le decimos todo lo positivo y bueno que eso representa. Sin embargo, la otra persona no sólo no lo ve, sino que no quiere verlo, no quiere ver lo que es evidente para nosotros. Y cuanto más nos acercamos, más se aleja o más nos hiere.
Nos sentimos obligados a "hacerles crecer" y como no podemos, nos sentimos fracasados o culpables ¿De qué? ¿De sus elecciones?.
 
En nuestro crecimiento espiritual estamos avanzando muy rapidamente. Aunque nos parezca lento en nuestras necesidades e inquietudes. A medida que la energía del universo nos lleva hacia dimensiones superiores, no todos lo estamos haciendo de la misma manera ni al mismo ritmo. Se están produciendo muchos desencuentros. Tiempos de encuentros y desencuentros.
 
Cada uno debe completar su camino en el que actualmente está. Y esto es bendecido. Igual que nuestro camino es bendecido. Ni más ni menos. Pero no podemos compartirlo hasta que ellos estén preparados para saberlo y verlo por sí mismos. Y esto puede ser que no suceda nunca en esta vida.
Eso sucede en relaciones de parejas, padres e hijos, hermanos, amigos, asociados, viviendas, trabajos, todo lo que incluye nuestra vida.
 
¿Que se puede hacer? NADA. Excepto honrar su camino y liberarlos de nuestra relación. Seguir adelante y en ese adelante atraer otras relaciones, otras circunstancias, otros propósitos, que estén alineados con nuestra nueva vibración.
 
Liberarlos a ellos de la carga que les supone nuestra relación es darles la oportunidad de no esconderse o justificarse en nosotros y enfrentar su camino. Liberarlos a ellos es liberarnos a nosotros mismos de la responsabilidad de cargar con esa relación. No es necesariamente, aunque puede ser, poner distancia física, sino simplemente cortar el cordón emocional que nos une, desapegarnos del todo y dejar que la alegría de la libertad venga a nuestro encuentro. Es una actitud no solamente mental, sino un saber estar interno. Es un estado de conciencia. Que no se confunda con egoismo.
 
Voy a dar algunos apuntes para poder identificar si nuestras conciencias se hallan en el mismo plano de nuestras relaciones. O bien dejamos que cada viva al nivel que ha escogido, sin pena, sin lástima, sin obligaciones, sin exigencias, sin reproches.
 
1º.- Sentirnos cansados, de ver como en la relación nosotros ponemos muchos de nuestra parte para que funciones, mientras el otro se acomoda. Sentimos el egoísmo del otro disfrazado en su comodidad e inmovilismo.
2º.- Poner empeño en hacer que la otra persona vea, entienda, cambie, se mejore, creemos que es nuestra obligacicón hacerlo, esperar que nos valore, nos reconozca.
3º.- Depender de esa persona, haberse convertido en nuestro talón de Aquiles, un punto débil, que sabe donde tocar y como hacerlo para desequilibrarnos.
4º.- La relación esta estancada, la energía no fluye, nos agotamos, no hay retroalimentación, no hay nivel de comunicación.
5º.- La sensación de que esto se ha acabado y no quererlo reconocer. Que todo se va enfriando, distanciando, diluyendo. Pero lo justificamos. Aun no lo hemos aceptado.
6º.- Sentir como la otra persona piensa que somos raros, extraños, diferentes, que estamos un poco tocados, lo diga abiertamente o no, lo percibimos. El rechazo. Nos sentimos utilizados, usados.
7º.- Nosotros podemos ver en la otra persona lo que ella misma no puede reconocer.
8º.- Sentirnos como una vela que se apaga. Que no podemos alimentarnos, que nuestras necesidades la otra persona ya no las cubre, ni las entiende, ni se esfuerza por entenderlas.
 
Pienso que es como separar el grano de la paja. Un proceso que cuando no se entiende, no se puede aceptar, porque no se sabe hacer, nos confunde y nos pierde. Retenemos el proceso. Y al avance sólo se llega cuando nosotros mismos nos lo PERMITIMOS. Y para ello llegamos a un punto de total agotamiento físico y mental. Y decimos "no puedo más". Entonces estamos maduros para aprender a perder el miedo, para romper esquemas y liberarnos a nosotros mismos, sin culpabilidad. Nos permitimos avanzar.
 
Evidentemente cuanto más íntima la relación, más dolorosa puede ser el "agotamiento", porqué más hemos retenido y más hemos puesto.
 
Vamos a dejar que cada uno sea lo que quiere ser y nosotros ser lo que queremos SER. Un maestro muy amado por mí me dijo una vez, HAY QUE TENER CORAJE PARA SER LIBRE. En otra ocasión, si procede, hablaré de la libertad.
 

lunes, 7 de enero de 2013

Inspiraciones sobre el amor

 

El amor tiene muchos matices en nuestro mundo. Básicamente lo asociamos al sentimiento que hay entre dos personas. También por todo lo que nos rodea y a nosotros mismos. A hacer el bien. A la ternura. A la expresión de cariño. Al cuidado. Al interés por los demás. Fácilmente confundimos el amor con la percepción de la energía.
 
El amor no es un estado místico, no es un éxtasis. No es un sacrificio por los demás, no es pobreza, no es sumisión, no es pasividad, ni dejarse humillar, irrespetar o estigmatizzar. Todo eso forma parte de una distorsión perversa del amor.
 
La libertad está contenida en el amor, forma parte íntegra del amor. Pero a muchos poderes terrenales no les interesa la libertad. Un ser humano libre no es manipulable. No es productivo a sus intereses.
 
El amor contiene a los demás, los incluye, no los excluye, no separa, no divide.  Y en esa inclusión hay gratitud que es amor,  hacia  aquellos que nos enseñan, que nos sostienen para que seamos libres. Demostrarlo  es amor. El amor no puede quedarse quieto, pasivo en el corazón, hay que sacarlo, darlo, ponerlo en movimiento. El amor no es nuestra propiedad, es de todos, porque todos tenemos necesidad de amar y ser amados.
 
El amor en sí no tiene matices, es una realidad. Es la cohesión del cosmos, lo que mantiene cada pieza en su lugar, funcionando, en evolución constante. Es paz y plenitud de sentir que todo esta bien, en cualquier momento. El amor es Todo. Lo penetra Todo. Lo fusiona Todo. Forma parte de Todo. No hay necesidad de buscarlo, de explicarlo, de comprenderlo, porque es el único estado del Ser.
 
Comparando es como nuestro respirar. Se hace sin que nos demos cuenta. Forma parte de la vida y es la vida como símbolo. Si dejamos de respirar, desaparecemos de nuestro mundo. No nos cuestionamos continuamente si respiramos o no. Vivímos sin darnos cuenta. Es un pobre ejemplo poque el Amor existe porqué és. Y es tan grande y a la vez tan sencillo y natural que nadie puede cuestionarse que es el amor, porque todo forma parte de él y lo que forma parte de un Todo no necesita cuestionarse que és ese Todo porqué lo tiene integrado. No se concibe otra forma de ser sino ésta. Después de la 3D el amor es el estado del Ser.
 
En nuestras limitaciones de 3D damos por hecho o por verdad muchas cosas que son fruto de nuestra imaginación y fantasía. Es un error. Es la arrogancia del ignorante, que no quiere serlo. Debémos ser muy humildes para aceptar ser enseñados, para aceptar aprender. Sin humildad no se puede aprender.
 
Aprender no a abrir la mente sino a cultivarla y penetrar en los conceptos para ver y entender más allá de lo que ahora vemos y entendemos, más allá de lo que se nos ha enseñado. Las formas son una apariencia que oculta una estructura, debemos aprender a entrar en la estructura.
 
En nombre del amor se ha hecho un trabajo concienzudo en nuestras creencias para erradicar cualquier concepto del amor que nos lleve más allá en nuestro proceso de superación de la adversidad que nos mantiene atados a la dificultad. A aún ahora se está haciendo con bastante recrudecimiento. Eso nos desnaturaliza  de nuestra dignidad natural, de seres divinos y humanos. Neutraliza nuestro poder. Porque si no tenemos nuestra dignidad mucho menos conoceremos nuestro poder y nuestra fuerza. En algunas personas, resistentes a la gran manipulación, eso se revierte en ira y agresión.
 
Es el momento de ser valientes y romper esas creencias, de ir más allá. De recuperar nuestra dignidad humana y divina. La raza humana no ha sido creada ni puesta en ese hermoso planeta para vivir como el más ínfimo de los animales. La raza humana no es una herramienta de guerra o destrucción, no es una moneda de cambio. La raza humana es la prolongación de la inteligencia de Dios. De la bondad de su corazón. De la grandeza de su creación. Y eso es lo que hay que recuperar.
 
 
Con paz y amor.