viernes, 29 de abril de 2016

DEFINICIONES


       ¿Qué entendemos por personalidad?

El Espíritu busca vivir una experiencia en la materialidad del planeta Tierra. Para ello necesita de un cuerpo físico que lo albergue, lo desplace, lo mueva, que corra, trabaje o que descanse.

Pero también necesita poder expresarse en el plano de la Tierra. Y eso se lo permite el carácter  de la persona que le sirve de cuerpo físico. Sus sentimientos, emociones y pensamientos el conjunto de los cuales se le llama personalidad.

Así el Espíritu se expresa y manifiesta a través de su vehiculo un cuerpo dotado de una personalidad.

Hay personalidades más cultivadas y refinadas pero también  las hay por educar. Las hay complicadas y las hay de sencillas y simples. Las hay enfermas y las hay sanas.

Así también el Espíritu puede estar más o menos cultivado, preparado, educado, con mucha experiencia. O puede ser un Espíritu joven, rebelde, inconformista, faltado de experiencia. También un Espíritu puede estar enfermo o cansado o no. En ambos casos la personalidad lo reflejará.

Cuando un Espíritu está despierto, es cuando la personalidad es consciente de su existencia y colabora con él. Van en la misma dirección.

Cuando ambos van en direcciones distintas, es cuando surgen los problemas. Ejemplo: Un coche que va por un lado y el conductor que quiere ir por otro lado.

Cuando una persona tiene una   personalidad que no está madura, equilibrada o vive en carencias, con miedos, resentimientos, esperando reconocimiento exterior, decimos que  todo ello son limitaciones en su realización  y reconocimiento de si misma,  de su Espíritu. No atiende-escucha a su interior sino a sus propias limitaciones.

Entonces las decisiones que toma esta persona-personalidad no están basadas en sus verdaderas necesidades espirituales dirigidas por su Espíritu, sino que están basadas en sus limitaciones. Las experiencias que se derivan de estas decisiones suelen ser muy aleccionadoras. Mientras que las decisiones que se toman dirigidas por el Espíritu aportan experiencias enriquecedoras tanto para el plano humano como espiritual.

María Angels.

 

 

 

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