Llevo días buscando a la Diosa Inspiración para mi blog. Y hoy ha venido. Hermosamente seductora, buscando abrazos, desprendiendo chispas de luz con su mirada, moviéndose con suavidad y elegancia, rozando con su mano. Un toque de ángel.
Que poco entendemos lo que significa el abrazo o que mal lo interpretamos. Como nos protegemos de lo que más necesitamos. Sentirnos amados y aceptados, tal cual somos. Sin juicios. Incondicionalmente.
Quien acepta visitar el alma del otro, experimenta una forma de amor incondicional que supera las distancias, las edades, los contornos, las culturas, que fusiona, nutre y sostiene. Es la experiencia del abrazo. Un roce, una mirada, para percibir los latidos del propio corazón, fundiéndose en el corazón del otro, y dejando que este otro se apoye en el nuestro.
Sobran las palabras, nada hay que decir, la propia vivencia lo es todo.
Cuando nos encontremos ¿me dejaras abrazarte?
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