Es desapegarse del pasado. Diluir los lazos emocionales que nos atan a las experiencias pasadas. Sin embargo, no se puede dar el perdón, a los demás o a uno mismo sino hay amor. Si no hay amor en nuestro corazón no podemos perdonar. Sólo será un acto puramente mental, intelectual, pero nada cambiará. Como aquel que dice "perdono pero no olvido". Eso no es perdonar.
El verdadero acto del perdón lleva implicita la gratitud y el entendimiento Y para que sea efectivo se debe hacer a través del amor a uno mismo. El perdón no es una oración o meditación. Es un acto de gran recogimiento interior y a través del amor desatar el pasado, dar y darle la libertad de seguir adelante, de ser quién eres.
Cuando se envia el perdón desde el corazón hacia aquel que nos ha herido, eso es registrado instántanemente y el vínculo energético que se mantenía es cortado.
la clave de la asociación ego-espíritu está en la humildad y el perdón. Cuando el ego no es reeducado, por miedo a ser marginado, actúa a través del miedo, el dominio y el control. Entonces ve la humildad como una amenaza a su integridad. La vive como una humillación, se siente limitado y marginado.
Pero cuando es reconocido y aceptado, entiende la humildad como una cooperación con el Espíritu y ya no teme la desintegración, entonces se entrega y comienza la transformación.
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