lunes, 17 de junio de 2013

Enfrentamientos


Creo que en estos momentos todos tenemos una gran necesidad de paz y tranquilidad. De vivir en un entorno seguro y estable. Un entorno que nos permita adentrarnos en nuestro interior para avanzar en el camino.
 
Sin embargo, fuera del hogar, en el trabajo, en la calle, con los amigos, con las personas y situaciones que conforman nuestro ambiente, evidentemente no es así. Nos enfrentan, nos provocan, nos agotan energéticamente. Y a veces también en nuestra propia casa, con nuestra familia.
 
¿Qué sucede?
 
Que nosotros hemos cambiado. Tiempo atrás nosotros también vivíamos con los mismos esquemas mentales, formas de hacer, de sentir, de reaccionar, de comer, de vestirnos, de ser, de todas esas personas que nos enfrentan ahora. Es un reto enorme vivir así.
 
¿Qué podemos hacer?
 
En primer lugar entender que nosotros ya no necesitamos ser como los demás para vivir. Que nuestras necesidades han cambiado. Que salimos de esas posiciones porque no fuimos felices, ni sanos en su momento. Por lo tanto es energía vieja. Dar atención a esta forma de vivir en volver atrás y caer de nuevo en ella. Es volver al pasado. Cabe preguntarse si queremos volver ahí.
 
En segundo lugar, entender que aceptando el enfrentamiento, aceptando la lucha, peleándonos con querer demostrar, convencer, cambiar, lo único que conseguimos es volver atrás, entrar otra vez en las normas del pasado y sucumbir a él. Nos desequilibrados y nos volvemos vulnerables.
 
¿Cuál ha de ser nuestra respuesta?
 
Desde la serenidad y la paz que da saber lo que uno quiere en su vida o al menos, lo que no quiere que esté en su vida.
 
Desde la seguridad que da el estar fuera de manipulación por el miedo a la soledad, por falta de amor y valor personal y ajeno.
 
Desde la confianza y afirmación en nosotros mismos y en el universo.
 
Desde la alegría de saber reconocer el verdadero amor, no condicionado por lo que damos, sino recibido por lo que somos.
 
Nuestra respuesta va con nuestra palabra amable, clara y directa. Nuestra opinión, afirmación o negación, pero acompañada del porqué es así y nada más,  no entrar en polémica, ni lucha, ni enfrentamiento, porque es allí donde la fuerza del pasado actúa y nos atrae de nuevo hacia atrás.
 
Enfrentándonos, luchando, con un funcionario, con un empleado de banca, con un comerciante, no vamos a arreglar la sociedad. Gandhi supo hacerlo.
 
La sociedad la vamos a cambiar:
 
Primero; estudiando y preparándonos si es que no lo estamos ya, par acceder a puestos de poder desde donde realmente podamos acceder a mandar, a cambiar las normas que ahora hay escritas y que no nos sirven.
 
Segundo; trabajar por nuestra cuenta, con nuestras propias leyes y dar ejemplo de vida con ello. Con el tiempo ir uniéndonos a más personas como nosotros.
 
Tercero; desde nuestro ejemplo sencillo de vida, desde el hogar.
 
En resumen, educación e inteligencia; sanación y conocimiento. La nueva energía, la nueva era, no acepta la lucha, la pelea. Es la unión del amor con la inteligencia.
 
De mi corazón al vuestro.



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