¿Qué son nuestros sueños? ¿Una fantasía para no aburrirnos?
¡Mucha imaginación tiene la niña, esto no es bueno! decía la abuela y la niña aprendió a no compartir sus sueños. A no hacerles caso. Pero el sueño se queda. Nunca se va. Siempre tan presente, año tras año, esperando, ¿el qué? a que la niña o el niño, ya hombre o mujer, crean en él y le den paso a su realidad.
Hay sueños que si son fruto de carencias o bien de la incapacidad para realizarlos y hallar de esta manera satisfacción y valor a la vida. Esos sueños cambian constantemente o se olvidan. Como se olvida el sueño infantil de ser superman o pirata.
Sin embargo hay sueños que están siempre presentes, estando despiertos o dormidos, nunca cambian y muchos menos desaparecen sino al contrario llegan a hacerse más presentes, más conscientes. Se sienten a flor de piel. Emanan de nosotros constantemente, como una fuente. Un anhelo del alma.
Yo digo que vienen de nuestra esencia, muy dentro de nosotros. Forman parte de nuestra experiencia de vida. Son nuestro camino. Y el alma se esfuerza en la llamada para que sean reconocidos, aceptados y actuados, de aquí que emanen del interior. La mente no puede borrarlos ni controlarlos.
Me pregunto cuantas veces nuestra psiquiatría habrá catalogado esta vivencia como alguna patología y evidentemente querer curarla, más bien neutralizarla, porque no se entiende ni se ve su origen y lo que significa. Me pregunto también cuantas veces la imposibilidad de dar cabida a este anhelo o sueño del alma en la personalidad habrá llevado a nuestros místicos a estados de éxtasis o visionarios. Que delgado puede ser el velo que separa la llamada ¿locura? de la ¿cordura?
Por eso atemoriza. No se sabe muy bien que hacer con ello. Tal vez signifique un cambio importante en la vida, que percibimos demasiado grande o demasiado amenazante para nuestra vida programada o comodidad, para los esquemas mentales. Siempre hay justificaciones adecuadas para dejarlo todo para otro día. Pero el sueño persiste.
Grandes sueños, grandes ideales. Pequeños sueños, pequeños ideales. Todos empiezan con un pequeño paso que conduce a otro mayor. Cada pequeño paso en el camino es ya un sueño realizado porqué da sentido a la vida, por consiguiente a un ideal mayor. Uno se sabe útil a si mismo y a los demás. Entonces se acaba por sentir, "tengo un lugar en el mundo". Yo Soy Yo.
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