Dicen, que en el Cielo hay cola de ángeles y seres que desean vivir la experiencia de estar encarnados como humanos en la Tierra. Que desean experimentar nuestra vida aquí. Saborear una comida, sentir la energía de un árbol, nadar en el mar, bailar bajo la lluvia, reír hasta que duelen las mandíbulas, llorar por un amor, despedir a un amigo, parir un hijo, hacer el amor y muchas cosas más.
Dicen, que los humanos, ángeles de la Tierra, miran el Cielo, anhelando ser un ángel del Cielo, y que por eso no valoran el tesoro de la Vida. Dicen, que ven que todo es mejor antes que estar aquí.
Dicen, que los ángeles del Cielo derraman lágrimas de amor y anhelo al mirar la Tierra y aún sabiendo que olvidarán quiénes son y de donde son, desean vehementemente nacer humanos.
Dicen, que la experiencia de la Tierra es ineludible en el camino de la evolución. Que la evolución pasa por amar nuestra humanidad. Con todo lo que representa para nosotros.
Dicen, que al otro lado del velo, aquellos que han caminado con zapatos, vuelven una y otra vez a hacerlo, sólo por amor.
Ser un ángel en la Tierra implica mucho, ¿no crees?, ¿Qué entiendes tú por ello?
María Angels.
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