lunes, 7 de mayo de 2018

AMBIENTE ASTROLOGICO Y EVOLUTIVO





Nos encontramos entrando en los cuatro meses que pueden ser los más importantes de  nuestra vida. Mayo, Junio, Julio y Agosto.

Hace 50 años que nuestra vida comenzó a cambiar. Con un movimiento de los planetas transpersonales, Neptuno, Urano y Plutón, su radiación unida a la de Quirón, más discreta, pero igualmente activa,  se dieron en 1968 y aparecieron las primeras señales de cambio en nuestras vidas personales y en nuestra sociedad. Aun no fuimos conscientes de lo que significaba en nuestras vidas, pero se plantó, sin que nos diéramos cuenta,   una semilla que lentamente fue germinando y culminó en la Gran Convergencia Armónica del año 1987 en forma de llamada interna. A partir de ahí, poco a poco empezamos a tomar  consciencia de que era el tiempo del cambio de paradigmas, del reconocimiento del Ser. Y de ahí en adelante hemos ido creciendo como seres humanos y divinos.

Ahora nos toca vivir el final de esa espiral de cambio. El cierre de la espiral. ¿Qué nos va a suceder? ¿Cómo nos vamos a encontrar?

A modo de ejemplo nos hallamos ilusionados y esperanzados en casa, esperando recibir la visita de alguien muy importante que nos va a facilitar la realización de nuestros propósitos o proyectos. ¿Qué haríamos para mejor recibir a tan ilustre visitante? Pues lo más práctico es limpiar la casa a fondo. Toca baldeo general. La diferencia está en cómo hemos mantenido de limpia nuestra casa. Si hemos sido diligentes, poco trabajo habrá por hacer, pero si hemos sido negligentes mucho trabajo habrá por hacer. La casa representa nuestra personalidad. Y cada habitación de la casa un aspecto de nuestra personalidad.

Los planetas nos van a llevar hacia la reflexión, la meditación,  interiorización y la sanación.   A la escucha de los demás y la interior propia. Todo ello herramientas para   enfocarnos en todo aquello que esta incompleto en nuestra línea de tiempo, sea pasado o presente. Sensaciones de sobrecarga nos pueden abrumar, el no puedo más con tanto estrés, tanta injusticia, el abuso  o la prepotencia,  tanto aguantar lo que no es mío, tanto drama y victimismo.  Necesidad de soledad y también de auténtico cariño. Necesidad de tener relaciones claras y limpias. De soltar peso de una vez.

Veremos como afianzarnos en nuestra vida desde lo material a lo espiritual con el respeto, el compromiso y la acción correcta.

La espiral que se va cerrando nos mantenía como suspendidos en el aire de caras al futuro. Había una incógnita sobre el futuro. ¿Cómo lo voy a ser, como va a ser?

A medida que la casa se vaya limpiando vamos a hacernos más conscientes de qué queremos vivir y cómo queremos hacerlo. Nuestro propósito de vida se va a ir  construyendo.

La espiral a partir de Septiembre volverá a abrirse pero está vez orientada hacia un futuro que hablará sobre como sostener y manifestar nuestro proyecto de vida. Si ese proyecto de vida ha sido elaborado dentro de una casa limpia saldrán al paso las oportunidades y la fluidez de realización, sino es así, tal vez las cosas fluyan hacia otros caminos que tendrían que estar ya recorridos, pero que marcarán un distanciamiento significativo entre las personas. Las afinidades entre las personas marcarán más que nunca la unión-encuentro de las familias espirituales. 

Un tiempo emocionante el que vivimos porqué por fin, llegamos a casa, a nuestro hogar.

Feliz regreso con todo el amor del mundo.

María Angels.


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