martes, 16 de octubre de 2018

Y SIGUE LA TRANSFORMACION




Parece como si todos los días fueran iguales, pero no lo son. Parece como si el mundo no cambiara, pero sí cambia. Parece como si la Tierra, el Sol y los planetas no se movieran, pero sí se mueven. Es un tópico decir que todo cambia. Sí, verdad?, es repetir más de lo mismo, porque todos sabemos que todo cambia, que nada es estático ni nada es para siempre, que la energía cambia e incluso sabemos que cambia a ritmo de nuestro pensamiento.

La transformación de la oruga en hermosa mariposa sigue su camino imparable, poco a poco va completando sus etapas de metamorfosis. Pero ¿Cuál es la actual? ¿Qué pasa ahora?

A finales de Agosto, al término de los eclipses, cerramos una etapa y a primeros de septiembre empezamos a recibir la irradiación de una nueva frecuencia. Sabemos que en cada subida de frecuencia somos sutilmente estimulados a avanzar en nuestra evolución.

Esta etapa que vivimos ahora podría calificarla como “determinación y contundencia” o como “transparencia”. La Tierra-Gaia ha subido con determinación y contundencia su frecuencia vibratoria. Cuanto más alta la frecuencia menos densa, menos presión ejerce siempre que pueda fluir libremente. Pero es lo suficiente contundente para desbloquear todo lo taponado, para mover todo lo retenido,  para sacar a la luz del día todo lo oculto en la oscuridad de nuestro interior. Para sacar a la luz la verdad de nosotros mismos.

La Madre Gaia y el Padre Cielo ya no esperaran más nuestras justificaciones, nuestras demoras en el buen hacer. Es el sí o sí, es el partir de viaje con lo puesto, no hay tiempo de hacer la maleta.

Así vemos lo peor de las personas y lo mejor de ellas. Así sale de nosotros las debilidades y las fortalezas. Así el mundo se ve como parte de un basurero y otra parte brilla como las más hermosas de las joyas. Tan pronto nos sentimos mecidos por ondas de amor y gratitud, como entramos en torbellinos emocionales. Tan pronto nos sentimos a merced del viento de nuestros peores pensamientos, como sentimos que nos enderezan con firmeza.

Es el momento en que debemos elegir, ¿Qué quieres formar parte de la Luz o de la no Luz? Qué eres Luz o oscuridad?.

El camino de la no Luz es el más fácil. Porqué no quiere que te responsabilices de nada, no quiere que pienses por ti mismo, no quiere que hagas elecciones, no quiere que tengas voluntad. Quiere que odies, que guardes rencor y te rías del amor. Que el orgullo y la pereza sean tu bandera. Sólo quiere que te dejes  esclavizar pues en ello consolida la desunión, la separación, del ser humano y su  divinidad. La separación de todos los reinos de la naturaleza. Así detiene la evolución.

El camino de la Luz  es el más difícil, te pide que venzas la inercia,  que seas responsable tú de tu vida y de las consecuencias de tus elecciones, de tus pensamientos, de tus palabras, de tus sentimientos y que mantengas tu mente y tus emociones perfectamente limpias y equilibradas. Que puedas mostrarte con transparencia, sin vergüenza, sin culpa, con gratitud y humildad. Que labres tu carácter. Que el ser humano reconozca, acepte y se una a su divinidad, que se rinda a su divinidad, que se sienta parte y unión de todos los reinos y con ello Todo avance en la evolución.

El camino de la no Luz es tierra quemada, infértil, toxica. El camino de la Luz es tierra fértil, abonada por las experiencias de la vida, regada con el amor y la bondad, sembrada con la voluntad del servicio a los demás y del crecimiento propio.

¿Cuál camino eliges? Nuestra es la responsabilidad de la elección y sus consecuencias.

María Angels.













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