miércoles, 2 de febrero de 2011

Encuentros desafortunados



Nos volvemos extremadamente sensibles en relación a personas o circunstancias que se viven con esquemas vieja energía, que intentan arrastrarnos a patrones de drama, (miedo, culpa, desvaloracion personal, etc); que involucan emociones y energías de baja frecuencia. Estas relaciones las sentimos como una pérdida de energía, focalización, además de sentimiento de enfado, depresión, impotencia y ansiedad.

Una vez nos hacemos conscientes de ello, es suficiente con retirarnos del drama y volver a focalizarnos en las frecuencias de paz, armonía y amor. Es sencillo aunque, de momento, puede significar algún esfuerzo poder mantener nuestra focalización en estas frecuencias más altas. Todo depende del nivel de confianza que tengamos en nosotros mismos y todo lo que eso representa.


Debemos recordar que estos atributos de paz, armonía, confianza, amor, están dentro de nosotros y que solamente de enfocarnos en ellos nos re-equilibramos. Equilibrando nuestro mundo interior, vemos con más claridad siendo más libres de hacer nuestras elecciones, en lugar de ceder pasivamente a la influencia exterior.


Es inevitable el encuentro con personas de frecuencia vieja energía, pues hay evolucionando en el planeta como dos olas de conciencia fluctuando y cruzándose entre ellas continuamente, como espirales de ADN. La vieja manera de ser y cómo realmente somos. Sólo es cuestión de confianza y hacer la elección correcta de donde se quiere estar. En un lado o en otro.


La vida tiene que ser más fácil a medida que nos conectamos con el Amor Divino, más ligera y fresca a medida que nuestra frecuencia energética sube. Pero es indudable que puede resultar algo difícil y estresante la convivencia diaria o la relación diaria con frecuencias y patrones de vida que no nos van, que no sentimos como nuestros y que rechazamos. Por ello hay que tener el coraje y la confianza suficiente para estar en medio de todo y continuar siendo nosotros mismos.


Bendigamos nuestra confianza como un centro puro de paz para centrarnos y que siempre está ahí, en nuestro centro alto corazón.


Maria Angels


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