Los miedos son las últimas cosas a las que nos enfrentamos en nuestro camino de reconocimiento y crecimiento personal. Primero se pasa por la autoestima, el rencor, las dudas, etc. y al final aparece el monstruo de los ojos verdes, el miedo.
¿Porqué?
Porque en todo el ciclo de tiempo de energía vieja o dualidad que estamos dejando atrás, el miedo está en la base de toda manipulación, abuso, robo, muerte, cambio. El miedo o a través del miedo nos han creado dolor, soledad, rechazo. Por eso el miedo da tanto miedo. Así tal cual, el miedo da miedo. Pero al mismo tiempo nosotros lo hemos utilizado para protegernos de nosotros mismos, para no avanzar, para no tomar compromiso ni con nosotros ni con la vida y para no mover nada. Que todo permaneciera igual. Todo controlado. Eso da una aparente y ficticia seguridad.
El miedo bloquea la mente, nos saca de nuestro centro y nos aboca al exterior. Al afuera. Buscamos desesperadamente remedios, soluciones, técnicas que nos prometan la solución y eliminación del miedo. Los buscamos en el afuera, no en el interior. Pero todo lo que nos aporta el afuera es un apoyo para nuestra determinación y voluntad. Sin nuestra aportación los remedios del afuera no solucionan nada. Es importante la confianza en nuestro potencial interior, en nuestra capacidad.
El miedo y el orgullo van de la mano. Uno es activo el otro es pasivo. Cada persona elige a su medida. Afectan a todo nuestro sistema energético, emocional y mental. Por eso es tan bonito ver que cuando uno crece y supera el miedo también supera el orgullo (resultado del miedo a ser rechazado), entonces es como retirar una espesa capa de hojas secas, debajo aparece tierno y hermoso el amor hacia uno mismo y hacia todo lo creado.
Transcender el miedo es una etapa más en el camino de la evolución. Es como un combate entre el bien y el mal, entre el caballero y el dragón, todo queda reflejado en la mitología.¿Acaso el caballero no le tiene miedo al dragón? ¡claro que sí!, pero no por eso deja de hacer lo que tiene que hacer y le vence.
Es evidente que lo llevamos programado en nuestro ADN, transmitido como herencia genética, pero no olvidemos que la herencia es una inclinación no una obligación, si nosotros no queremos y no cedemos.
¿Cómo podemos enfrentar el miedo?
A mi modo de ver.
1.- Con consciencia. Sin huidas hacia el afuera. Estando con nosotros mismos mientras lo vivimos. Sin obligarnos a pensar, a averiguar que nos pasó de niños. Simplemente siendo, con fe en nosotros, con confianza.
En el fondo el miedo es inconsciencia. Porque sentimos el miedo pero pocas veces sabemos a qué. Imaginamos. Al ser conscientes de su vivencia lo liberamos del inconsciente.
2.- Con homeopatía.
Con flores de Bach.
Con reiki, vaciando la glándula del miedo.
Con EMF Balancing Technique.
Con ejercicio, hay que sudar mucho.
Con cantar a pleno pulmón.
Con cráneo-sacral.
Con prácticas espirituales.
De mi corazón al vuestro.

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