Alguna vez he hablado de conocer nuestro territorio como tener conciencia de todas las áreas de la vida en que nos desenvolvemos. Por ejemplo las doce casas de la astrología. Y tener conciencia de las áreas en que más activos somos.
También quizás he hablado de lo que es nuestro espacio interior. Conocer nuestros espacios internos mediante la introspección, la reflexión y la meditación.
Ambos, territorio y espacio, nos son útiles para conocer nuestros límites. El "hasta" donde llego yo, "hasta" donde puedo dar yo. El "cuando o cuanto" puedo llegar, "cuando o cuanto" puedo dar. El "cómo" puedo llegar, "Cómo" puedo dar.
Tener conciencia de ello es conocer nuestros límites con lo que el dar y el recibir se equilibra.
Cuando el dar y el recibir esta desequilibrado, cuando los límites están desequilibrados o ignorados se dan problemas con ellos. De dolor cuando nuestras necesidades no están satisfechas y hemos dado mucho por los demás sin recibir en respuesta. O de tristeza por sentirnos traicionados o despreciados o desvalorizados por aquellos en quienes confiábamos y hemos dado.
Cuando hay desequilibrio entre el dar y el recibir es que alguien se alimenta de nosotros. Y ese alguien ni crece ni deja crecer. ¿es justo eso?
Pues pongamos remedio.
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