sábado, 20 de abril de 2019

SILENCIO




                                                      





A veces es necesario buscar el silencio, pero un silencio lleno de sencillez y de fuerza de Vida, que permita el sentir, el escuchar  los reencuentros con el propio Ser. Esos silencios se imponen por si solos, son como el agua para el sediento, tienen peso y consistencia. Son silencios impregnados de lo Sagrado donde lo que parecía tan lejos se pone tan cerca, donde lo complicado se vuelve fácil, donde uno se fortalece y se mira más al espejo. Silencios que son la antesala de cambios y nuevos retos. Silencios que se viven con una sonrisa en la comisura de los labios porque el Ser sabe y goza del momento. Las palabras sobran. La personalidad se entrega dócil y alegre, impaciente y expectante, agradecida y amorosa.

¿Qué más se puede pedir?

Así que poco a poco voy saliendo de un silencio y abriendo una puerta, ¿hay alguien ahí?

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